Tratamientos psicológicos para afrontar una situación de duelo

Terapia de Adultos – Duelo

Qué es el Duelo

El duelo es la reacción emocional, física y espiritual en respuesta a la muerte o una pérdida. En el caso del duelo provocado por la pérdida de nuestros seres queridos, la intensidad del mismo puede depender de múltiples factores, entre ellos, por ejemplo, de si la pérdida fue inesperada y repentina, o de la relación que teníamos con la persona que falleció.

El sentimiento del duelo es personal para cada uno de nosotros. Por este motivo, también el tránsito por su proceso es distinto en cada persona.

En un principio, y es una reacción habitual, puede parecernos imposible la recuperación personal después de perder a un ser querido. Pero este estado de aflicción nos irá mejorando gradualmente con el tiempo, si somos capaces de transitar por el proceso de duelo. Saber y conocer algunas de las cosas que podemos esperar durante el proceso de duelo puede ayudarnos a superar el dolor.

La elaboración del duelo tras una muerte supone pasar por emociones dolorosas que constituyen las diferentes etapas o fases del duelo, pero estas emociones no se presentan de forma ordenada y muchas veces aparecen mezcladas unas con otras.

Fases del Duelo para superar una muerte

Las fases del duelo por la pérdida de un ser querido son las siguientes:

  1. Negación: la persona no acepta la muerte, puede entrar en estado de shock y sentir la sensación de que está viviendo un sueño o pensar que la persona va a  aparecer en cualquier momento, puede haber una cierta sensación de irrealidad y las emociones se pueden bloquear. En esta etapa pueden aparecer síntomas de ansiedad como mareos, hiperventilación o insomnio y si la ansiedad llega a ser extrema pueden incluso producirse ataques de ansiedad.
  2. Culpa: la persona puede sentirse culpable por la muerte del otro o sufrir por “no haber hecho lo suficiente” o “por no haberse portado bien con el otro”, por ejemplo, sintiéndose culpable por haber provocado una discusión.
  3. Desesperanza:en esta etapa la emoción principal es la tristeza al hacerse consciente de la pérdida. Este dolor nos hace conectar con un sentimiento profundo de soledad y vacío y podemos llegar a tener la sensación de que sin el otro no podemos vivir.
  4. Rabia: Los sentimientos de frustración y de rabia cuando se produce una muerte son naturales, y es necesario hacer consciente esta emoción para no transformarla en rabia hacia nosotros mismos pues es cuando surge la culpa patológica.
  5. Aceptación: cuando aceptamos la muerte es cuando podemos empezar a rehacer la vida. Cuando aceptamos que la otra persona ya no está no quiere decir que ya no nos duela o no la echemos de menos. Aprendemos a vivir si ella, aunque siempre nos quedará su recuerdo.
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