Tratamientos psicológicos de la depresión en adultos

Terapia de Adultos – Depresión

¿Qué es la Depresión?

La Depresión es un trastorno del estado anímico que repercute en la vida diaria de la persona que la padece. Se caracteriza por la disminución del interés o placer por casi todas las actividades, una presencia constante de tristeza o decaimiento anímico, falta de autoestima y dificultad para llevar el ritmo diario. Todos estos sentimientos se encuentran presentes durante la mayor parte del día y en un tiempo prolongado.

Se estima que aproximadamente el 3% de las personas sufren depresión, lo cual indica que en el mundo existen unos 350 millones de personas que padecen este trastorno.

Síntomas de la Depresión

  • Tienes menos ganas de hablar con la familia y/o amigos.
  • Sientes una disminución de tu apetito.
  • Tienes problemas para conciliar el sueño.
  • Tienes sentimientos de tristeza constantes.
  • Insatisfacción vital.
  • Pensamientos negativos.
  • Disfrutas menos con las actividades de ocio y personales.
  • Tienes ideas de suicidio.
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Consecuencias de la Depresión mayor

Uno de los mayores riesgos de la depresión es el suicidio. De hecho, el 60% de los suicidios que se cometen en el mundo están asociados con la depresión mayor. Las probabilidades de que estas personas se refugien en las adicciones, como el alcohol y las drogas, también son elevadas. Además, la depresión provoca:

  • Bajo rendimiento. Para la persona deprimida, la vida se hace cuesta arriba, hasta las tareas más sencillas demandan un esfuerzo adicional, por lo que su rendimiento se suele ver afectado, sobre todo en la escuela o el trabajo.
  • Conflictos en las relaciones interpersonales. La depresión a menudo viene acompañada de irritabilidad e impulsividad, por lo que no es extraño que aparezcan fricciones en las relaciones interpersonales, las cuales contribuyen a que la persona se aísle aún más.
  • Dificultades emocionales. La persona con depresión suele sufrir una pérdida progresiva del sentido de la vida, su autoestima disminuye y pierde la confianza en sus capacidades.
  • Problemas de salud. La persona con depresión suele adoptar hábitos de vida poco saludables porque no cuida lo suficiente de sí. A los problemas de sueño se le suma la falta de ejercicio físico, por lo que su salud termina resintiéndose. De hecho, la depresión nos hace más vulnerables a sufrir diferentes enfermedades, desde la gripe hasta la diabetes y las patologías cardiovasculares. También hace que percibamos el dolor con mayor intensidad. Además, la depresión nos hace envejecer más rápido. Un estudio realizado en la Universidad de Ámsterdam ha desvelado que la depresión afecta la respuesta inmune del organismo, provocando un aumento de la inflamación que termina dañando las células y acortando los telómeros.

Tipo de Tratamiento

Con el tratamiento adecuado podrás salir de la depresión. Nuestro tratamiento para la depresión aborda la modificación de los pensamientos y creencias disfuncionales, pero sin olvidar los aspectos inconscientes y emocionales, por lo que trabajamos desde una psicoterapia profunda en la que combinamos técnicas de la terapia cognitivo-conductual, cuya eficacia ha sido ampliamente demostrada a través de los años.

La Terapia Cognitivo Conductual: este tipo de terapia permite trabajar los pensamientos disfuncionales y la conducta observable de la persona. Es un tipo de terapia validada científicamente que nos permite conocer qué variables (situaciones, pensamientos, etc) son el origen y mantenimiento del problema. De esta forma podemos identificar qué esquemas y patrones de pensamiento están generando el malestar y la conducta de las personas. Para poder identificar y cambiar estos patrones, la terapia cognitivo conductual utiliza numerosas técnicas, entre las que se encuentran, el diálogo socrático, la reestructuración cognitiva, detención del pensamiento, distracción, técnicas de relajación, entre otras.

La terapia cognitivo conductual permite, por un lado, sustituir los pensamientos actuales por otros más optimistas lo que hará que mejore tanto el estado de ánimo como la forma de comportarnos, estando más activos. Por otro lado, también puede trabajar directamente desde el cómo actuamos. Si, a pesar de tener pensamientos negativos o pesimistas, conseguimos cambiar nuestro comportamiento, los pensamientos negativos se verán reducidos y nuestro nivel de satisfacción y bienestar aumentará.